Life

La vida es corta; eso lo sabemos todos. Nos pasamos la vida con preocupaciones banales, como qué ropa ponerme para salir, qué voy a beber esta noche...y cuando menos te lo esperas, pasa algo que te abre los ojos...y que,trágicamente se los cierra a muchos otros.
Lo que está claro es, que como no podemos saber cual será nuestro final, deberíamos vivir cada día como si fuese el último, y deberíamos mostrarles a nuestros seres queridos nuestro afecto en cada momento, ya que en una décima de segundo la vida puede dar un giro inesperado y quizás acabar en muerte. 
Hoy es un día triste para Galicia, ojalá que nunca hubiera pasado nada de esto. Sin embargo me siento muy orgullosa de la solidaridad que ha mostrado mi tierra en estos momentos tan duros. Y a parte de donar sangre y ayudar a salvar vidas, hay otra cosa que podemos hacer individualmente cada uno de nosotros en memoria de esta y de muchas otras tragedias: vivir nuestra vida al máximo, ya que es lo único que tenemos.

Cruz

Como me duele que te duela, saber que soy yo tu cruz.

Disparando cada día una bala al aire que aterriza en tu esperanza

Vivo castigando el sueño y ocultando la luna cada noche y con ella la luz.

Y a veces me pregunto cómo se llega del nada al todo, y del todo al nada...en lo que dura una mirada.

Empatía

En psicología nos enseñan que una de las bases de la relación terapéutica es la empatía. La empatía es importante, sin duda, es una cualidad muy buena, de nada serviría intentar ayudar a alguien sin saber ponerse en su lugar. Sin embargo, me he dado cuenta de que -como con la mayoría de las cosas-, la sociedad ha estropeado el significado de esta virtud. 
Creemos saberlo todo, y todo se resume a eso. Creer que entendemos como se siente una persona no nos da derecho a juzgar a nadie, y es que la vida no esta hecha para juzgar...es una palabra horrible, debería ser eliminada de nuestro vocabulario.
Si hay algo que he aprendido este año gracias a una persona, es que no podemos engañarnos pensando que nos ponemos realmente en el lugar de otros, es una mentira que hemos inventado poco a poco. Nunca sabremos lo que se le pasa por la cabeza a otra persona, nunca, y lo que siente menos. Así que si no lo sabemos, no deberíamos hacer juicios de valor ¿No?
Lo cierto es, que nunca sabrás lo que se siente en ciertas situaciones...hasta que las vives en primera persona.