domingo, 22 de julio de 2012

Fugit irreparabile tempus

Tiempo: ansiado, temido y amado. Es curioso, a todos nos gustaría poder controlar el tiempo. Detenerlo o acelerarlo a nuestro antojo para no tener que temerlo. Y es que en el fondo, a todos nos da un poco de miedo el concepto del paso del tiempo. Días en los que te despiertas y te das cuenta de que has malgastado uno, dos, tres meses de tu vida, son días en los que desearías poder controlarlo. Sin embargo hay días que te despiertas y desearías despertarte uno, dos tres meses de tu vida después.
No podemos controlar el tiempo, es obvio, pero podemos decidir como afrontarlo. Vive intensamente esos momentos que te hacen felices, e intenta inhibirte en aquellos momentos difíciles, pero no dejes de perderte lo bueno, eso nunca. Y es que ya lo he dicho mil veces, las cosas malas tienen una parte buena, y las cosas buenas, una mala. La cara y la cruz de la moneda, siempre la misma moneda. 
Vive en lo positivo de lo positivo y también en lo positivo de lo negativo, ya que, si consigues hacerlo, el tiempo será solo un fantasma que habrás enterrado.

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